Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

domingo, 11 de marzo de 2018

Hiedra. Heura. (Hedera Helix)


La hiedra, "heura", en catalán, es una de nuestras más conocidas y estimadas plantas de jardín. Sus hojas, de un atractivo color verde denso y oscuro, son perennes y mantienen muchos ambientes urbanos con aire primaveral.



Os sorprenderá esta foto: son los frutos de la hiedra, casi maduros. Son desconocidos por prácticamente todo el mundo.


Y os sorprenderá más todavía la siguiente fotografía. Verdaderamente la hiedra no es un "árbol" y quizás no debería figurar en este blog... Pero su "amistad" con los árboles, que ahora vemos, justifica su inclusión en él.  En efecto: he aquí un numeroso grupo de árboles revestidos hasta su copa por hiedra. Se trata de los árboles de un peculiar solar, profundo, situado junto al paseo de Sant Gervasi de Barcelona, al lado de una finca señorial con notable jardín. 




Es un solar con decenas de árboles. Vemos ahora otra zona del "solar". A media altura, a la derecha, se distingue parte de la balaustrada del jardín vecino.                                                                                                                                                                                          Pues bien, ciertamente la hiedra no es un "árbol". Tampoco es un "arbusto". Es otro tipo de planta, definido coloquialmente como "liana". Se trata de plantas leñosas y trepadoras, que para elevarse necesitan la ayuda de un soporte: un árbol, una tapia, una verja de jardín, etc. 

Ahora sí que reconocemos sin duda una clásica alfombra vegetal constituida por la hiedra:


Y observamos, más de cerca, sus hojas. Son hojas brillantes, lisas, con débil olor aromático, de color verde -verde variable pero mayoritariamente oscuro-, simples, alternas,  notablemente lobuladas... como aquí vemos, pero no todas las hojas de las hiedras son lobuladas... 


En efecto: en la hiedra se dan dos tipos de ramas: las que mantienen el crecimiento, la "escalada", de la planta, que no son fértiles, son "ramas no floríferas" y las ramas "fértiles", en las que se generan las flores y los frutos: son "ramas floríferas". En las primeras, las hojas son lobuladas: las que hemos visto, y en las fértiles, las hojas son no lobuladas: su forma varía desde lo oval a lo romboidal. En la siguiente fotografía  vemos algunas de ellas:


Pero, ¿cómo escalan?: mediante unas raicillas aéreas que surgen en sus tallos y que se adhieren a las superficies con las que éstos entran en contacto. Aquí podemos ver algunas de esas raicillas "adherentes", de algún tallo que, por algún motivo, se ha separado del lugar de su adhesión:


Y aquí tenemos uno de esos grupos de raicillas en plena "tarea", adhiriendo su tallo a una pared: 



He aquí una bonita escalada sobre el tronco de un árbol. 

Son hojas muy lobuladas. 

Esas hojas suelen tener entre 3 y 5 lóbulos. 




La hiedra no es una planta "parásita" de los árboles: sus raicillas aéreas no penetran en los tejidos vivos del árbol. Si acaso, compiten con él por la luz, y el agua y los nutrientes del suelo.


Otra escalada, esta vez de una tapia o pared:



En esta fotografía vemos, atrás, ramas trepadoras, no "floríferas", y delante, ramas fértiles, "floríferas".  Éstas son erectas. No aparecen hasta que la planta ha conseguido un desarrollo notable; aparecen en las zonas más soleadas, las que han recibido más luz. Sus hojas son "no lobuladas" 


Observamos más de cerca las hojas de las ramas fértiles, aunque ya las conocemos:


En esta fotografía, algo compleja, asistimos a la aparición de numerosas florecillas. Esas flores surgen en Otoño. Son muy pequeñas, de un color tendente al verde. Están dispuestas en racimos. 







Como diría un experto, más que en racimo, esas inflorescencias son "umbelas" globulares simples que se asocian formando "corimbos" 




Quizás lo entenderemos mejor viendo los frutos de esas flores en su estado inicial: se reproduce en mayor tamaño la estructura floral: al extremo de cada "ramilla" hay una "umbela"(los pedúnculos de sus florecillas brotan de un mismo punto), y cada grupo de umbelas se constituye en un "corimbo" (las "ramillas" de las umbelas brotan de una ramita más importante a distintos niveles y de forma alterna)





Vemos ahora, de nuevo, uno de esos corimbos con frutos casi maduros.





Esos frutos son venenosos. De hecho, se considera que se trata de una planta "tóxica". No obstante, de sus hojas, tratadas en laboratorio, se obtiene un  producto (la alfa-hederina)  con efectos antitusígenos


Vemos ahora, ampliada, una umbela con frutos también casi maduros. Son bayas esféricas que miden unos 5 milímetros de diámetro. Cuando acaben de madurar serán totalmente negras o negruzcas. Contienen entre dos y cinco semillas 



Recapitulando:

La "hedera helix" es originaria de los bosques húmedos del oeste, el centro y el sur  de Europa, del norte de África y de Asia del Sur.  Se considera que es superviviente de la flora europea de la Era Terciaria. Como bella planta de jardín que es ha dado lugar a diversos cultivos y diversas variedades. Planta de rápido crecimiento y larga vida...






Acabamos mostrando otro grupo de árboles acompañados por hiedra.




Las raíces (o tallos) de la hiedra pueden llegar a medir más de 30 metros de longitud... para alcanzar hasta la copa de los árboles